En la noche entre el jueves y el viernes pasado fue la Vigilia de la Inmaculada en la que las tunas realizaron una ofrenda floral en el monumento de la Plaza del Triunfo al compás de sus cantos y bailes alegres. Aquello nos impresionó tanto que la propietaria ha regalado a la colección esta tuna en la que no falta la bandera, el laúd, la guitarra, la pandereta, el acordeón y la armónica. Todas ellas adquiridas en el mercado belenista que estos dias se encuentra en los aledaños de la Catedral de Sevilla.
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