miércoles, 11 de julio de 2012

Reales Atarazanas de Sevilla

Las Atarazanas de Sevilla fueron construidas en 1252 por mandato del rey Alfonso X, El Sabio. Así reza en la lápida fundacional que aún se conserva en el Hospital de la Caridad. El sentido de estos astilleros consistía en abastecer de galeras y bajeles a la Real Marina de Castilla, creada en Sevilla y que debía contrarrestar las frecuentes invasiones norteafricanas. Su arquitectura respondía a un híbrido gótico mudéjar, con una disposición inicial de 17 naves perpendiculares al río Guadalquivir y una cota de superficie casi a nivel de la lámina de agua para facilitar la entrada y salida de buques. El aspecto formal que presenta­ban al Arenal de Sevilla era el de un frente industrial abierto para la entra­da y salida de los barcos entre el Postigo del Aceite y el Postigo del Carbón. Fue su actividad como astilleros la que provocó su transformación, trasladándose a la primera nave la pescadería, que hasta entonces estaba ubicada en la céntrica Plaza de San Francisco.

Las Reales Atarazanas acogió la sede de la Casa de la Contratación durante sus primeros años. 

Entre 1500 y 1700 ocurre la fragmentación histórica de las primitivas Atarazanas: segregación de las cinco naves meridionales para Aduana y Casa del Azogue (mercurio de Almadén) para su uso en el beneficio de la plata en las minas americanas (actual Delegación de Hacienda); edificación del Hospital de la Caridad sobre las cinco centrales; y compartimentación de las siete septentrionales en locales de alquiler vinculados a las actividades portuarias (pescaderías, almacenes y bodegas). Simultáneamente se desarrollan las obras de acondicionamiento interior: elevación del nivel de uso de las naves y recrecido de los paramentos.

Su uso y función como astilleros desaparece prácticamente durante el siglo XV ya que el mayor tamaño de los nuevos navíos imposibilita las faenas en la estructura original. A partir de ese momento y debido a su ubicación en el centro del Arenal, es decir, la zona portuaria, pasa a tener un papel muy heterogéneo. Bajo sus imponentes pilares y arcadas mudéjares, se concilian diversas funciones como almacén de pertrechos para las flotas de Indias, pescaderías municipales, lonjas de mercaderes, depósitos de azogue, maderas, cinabrio, a lo que se añadían algunos muladares que competían con los del exterior del Arenal. A finales del XVI, algunas de sus naves pasan a ser dependencias de la Aduana.

En 1587 se asientan las primeras dependencias artilleras para el abastecimiento de las tropas que controlaban los intereses de Felipe II en Portugal. En 1641 se reutilizan cinco de sus naves para la creación del Hospital de la Santa Caridad, lugar que acogió a la hermandad del mismo nombre que se reu­nía desde 1578 en una capilla consa­grada a San Jorge y que se encargaba de recoger los cadáveres de ahogados y ajusticiados en Sevilla.

En 1719 se dis­ponen cinco naves para el almacenaje de artillería. Unos años más tarde, en 1762, se inician las grandes reformas del Cuerpo de Artillería, que influirán definitivamente en el futuro de las instalaciones. De hecho, tan sólo hay que esperar un año para que se dé el primer impulso importante al edificio, destinado a que en Sevilla se cuente con un depósito de carruajes y pertrechos para suministrar a las tropas, que acabó traduciéndose en una ampliación de la capacidad de los talleres y almacenes, con la anexión de dos naves más, que completan las siete actuales. En 1782, las Maestranzas de Cádiz y Málaga se refundan en las de Sevilla, quedando ésta como abaste­cedora única de Andalucía y Extremadura y, un año más tarde, también de las Américas Españolas. Esto provoca una nueva ampliación, materializada en una operación arquitectónica que configura el edificio tal y como lo encontramos hoy. En el siglo XIX aumenta la superficie disponible para almacenes y talleres de Artillería con la edificación de una segunda planta en las naves 2, 4 y 6. Esta necesidad de espacio propiciará la ejecución de una primera arquitectura de madera en el espacio situado frente al inmueble (actual Teatro de la Maestranza) que en 1900 funciona a pleno rendimiento.

Finalmente, ya en los años cuarenta del pasado siglo, se le amputan otras cinco naves para ubicar el actual edificio de Hacienda, con lo que, definitivamente, el edificio monumental queda con sus siete naves actuales y catalogado como una de las más brillantes joyas de la arquitectura medieval española. En 1970 el edificio deja de utilizarse como sede de la Real Maestranza de Artillería, albergando usos militares (Caja de Reclutas, Archivos, oficinas, etc.).

Tras pasar a ser propiedad de la Junta de Andalucía en 1993, y hasta 1995, la Consejería de Cultura realiza en ellas varias rehabilitaciones, descubriéndose su espacio base y ordenándose sus recorridos para la visita pública del edificio.

Las Atarazanas se podían ver desde el río y Triana como así demuestra este famoso grabado del siglo XVI. Destaca la madera apilada delante de su fachada.

O este otro del XVII en el que se ve que la fachada del Hospital de la Caridad ya está construida.

Incluso se puede ver en esta fotografía que todavía no lo tapa los edificios que más tarde se construirán por el Paseo Colón como el actual Teatro Maestranza (anteriormente Cuartel de la Maestranza de Artillería).

En 2007 se creó la Fundación Museo Atarazanas y desde dicho año la sociedad civil y numerosas instituciones públicas y privadas han apoyado sus objetivos fundacionales:

- Creación de un gran conjunto museístico cuya marca cultural gira en torno a las Reales Atarazanas, Sevilla y el río Guadalquivir.

- Recuperación de unos lugares simbólicos del pasado (edificio monumental, río, tradiciones, relatos, mitos, etc.) para proyectarlos hacia el futuro como fuente de identidad y de riqueza.

- Dinamizar el patrimonio cultural que representan las Reales Atarazanas de Sevilla así como el entorno del Arenal.

- Hacer de las Atarazanas un punto neurálgico para la vertebración social, política, económica y cultural con Iberoamérica.

FUNTE: FUNDACIÓN MUSEO ATARAZANAS

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